Leviatán - Mí animal de poder

Depués de pasar un maravilloso fin de semana mágico junto a las Sacerdotisas de Iberia y la Sacerdotisa de Avalón en el ritual de las voces del océano he tenido un tiempo para poner mis pensamientos en orden he ir atando cabos de cosas que me han ido sucediendo a lo largo de estos últimos veinte años. Desde que empecé en el mundo de la magia y la brujería he intentado contactar con mi animal de poder, pero la verdad es que más allá de todo intento hasta ahora me había sido imposible, imagino que porque no era el momento o no tenía la suficiente energía para sentirlo. Mi experiencia en el ritual me ha hecho darme cuenta que las casualidades no existen, que todos tenemos un camino escrito y que más tarde o más temprano llegamos a él. Esta es la historia de cómo gracias a la magia y a la Diosa descubrí mi animal de poder. 

Desde hace un año intento saber cuál es mi animal de poder, en ocasiones lo he dejado por imposible al ver que otras personas tenían facilidad para contactar y yo no podía. Mi intuición siempre me ha dicho que estaba relacionado con la energía de un reptil, pero evidentemente reptiles como tal hay muchos. Mi devoción por Lilith y mis Diosas Oscuras en un principio me hizo pensar que podía ser una serpiente, pero lo que sentía no terminaba de cuajar. Me encantan las serpientes y los reptiles desde pequeña, siempre he capturado lagartijas o camaleones para jugar con ellos e incluso he tenido una iguana como mascota. De pequeña quise llevarme a casa una serpiente de agua escondida en mi ropa metida en un tarro de cristal cuando los fines de semana íbamos en familia al río así que no es de extrañar que me gusten tanto este tipo de animales. 

Cuando tenía 16 años fui a comer con mi familia a un restaurante chino y al terminar me regalaron un medallón que a día de hoy conservo ya que mi signo zodiacal chino es el dragón, desde entonces he sido muy fan de los dragones y es cierto que tengo varias figuras de ellos por toda la casa, pero lo más significativo es que hace diecinueve años cuando me hice mi primer tatuaje fue una mezcla de serpiente de agua y dragón, no me apetecía tatuarme algo que llevara todo el mundo así que fusioné dos dibujos y le modifiqué las sombras para que fuera único y especial (que por cierto me ocupa media espalda). Siempre la he llamado "mi bicha" como mote cariñoso cuando alguien me decía que si mi tatuaje era un dragón, a lo que contestaba que no, que era una serpiente de agua con la cabeza de un dragón, una serpiente mitológica.

Izquierda: el primer dibujo que encontré para comparar mi bicha. Derecha: mi tatuaje.

En el ritual tuve la oportunidad de conectar con el poder del agua y del mar, tuve la suerte de recibir un mensaje de la Diosa para ayudarme en mi camino espiritual y además se supone que tenía que sentir la presencia de algún animal acuático, así que tras recibir el mensaje me quedé algo confundida porque no había notado nada de ningún animal, simplemente noté las olas del mar chocando en mis piernas, como un zigzag en mis tobillos así que en la oscuridad de la playa pensé que podía ser el vestido de la portadora de la Diosa, así que ese movimiento que sentí no dio en ese momento a pensar en nada raro, simplemente pensé que serían las aguas del mar. No quise darle más vueltas así que lo dejé estar para poder terminar de disfrutar el ritual. 

A la mañana siguiente intenté recordar las sensaciones vividas la noche anterior. ¿Qué se supone que debía sentir? ¿Qué animal? ¿Qué energía? Así que confusa ante tantas preguntas y mirando las fotos de la tarde anterior antes del ritual me di cuenta que el vestido de la portadora de la Diosa no era tan largo como para mojarse y que hiciera zigzag en mis pies, la medida era por encima de sus tobillos con lo cual era imposible que su vestido se hubiera mojado en la orilla con las olas del mar y me hubiera pasado acariciándome los tobillos al ritmo de las olas. En ese momento pensé... ¿y si había sido una serpiente de agua? Es lo primero que me apareció como respuesta dentro de mí, sería lo más lógico, estábamos en el mar y debía sentir un animal acuático, así que con el corazón latiendome cada vez más deprisa, como si me estuvieran llamando desde el más allá me puse a buscar en Internet que había podido ser. ¿Cuál fue mi sorpresa? Que al escribir serpiente-agua-mitología, ya que hablábamos de un mensaje y una conexión con la Diosa, las primeras fotos que salieron fue un Jormungander.

Sí sí, yo me quedé atónita mientras veía fotos de esta serpiente mitológica porque es la misma que yo me había tatuado hace diecinueve años atrás. Jormungander es la serpiente gigante de Midgard, hija de Loki que según la mitología nórdica según se menciona en la batalla de Ragnarok. Existen dos versiones: una en la que Hela antes de ser enviada al inframundo lanza a Jormungander a las profundidades del océano cuando aún la serpiente es pequeña y otra que dice que la lanzó Odín donde quedó atrapada hasta el día de la destrucción total. Allí crecerá con tal longitud que seria capaz de rodear todo Midgard y poder morderse la cola, lo que es más conocido como un Ouroboros. Los que me conocen saben que mi próximo tatuaje iba a ser un Ouroboros en el brazo izquierdo así que no creo que sea coincidencia ya que estoy convencida de que es algo que estaba destinado para mí. La verdad es que estoy super encantada con mi animal de poder, ahora como que todo tiene otro sentido para mí y por eso no tengo palabras para agradecer la oportunidad que me dieron las sacerdotisas del Templo de la Diosa Madrid por darme la oportunidad de haber sentido la magia en estado puro y haber podido establecer una conexión tan fuerte. Mi camino espiritual ha cobrado otro sentido desde ese día. Con el paso del tiempo e investigando encontré que este animal mitológico me acompaña desde hace muchos años, que existe en muchas culturas y que lo que realmente me guía en mi camino es un Leviatán. 

Templo de la Diosa Madrid

La Cueva de las Aguas - Noctiluca

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